El Día Internacional contra el Cambio Climático que se celebra todos los 24 de octubre sigue siendo uno de los que más desafíos afronta. El objetivo es que los gobiernos tomen medidas, y por otro lado que los ciudadanos conozcan mejor la problemática y exijan a sus representantes que actúen.
Encontrar alternativas que generen energías limpias es uno de los retos mayores al que nos enfrentamos. Las empresas productoras de combustibles fósiles reconocen la necesidad de cambiar y desarrollar estrategias de energía renovable.
Los gases de efecto invernadero (GEI), siguen incrementándose día a día acumulándose por encima de los niveles apropiados. El dióxido de carbono (CO2), es uno de los más abundantes y perjudiciales, y proviene de la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas.
El calentamiento global como consecuencia de estas emisiones hace ya mucho tiempo que es una clara amenaza. El aumento del nivel de mar, el deshielo de océano Ártico, así como la desaparición de los arrecifes de corales son solo algunas de las consecuencias que ya estamos sufriendo.
Es tarea de toda la sociedad y las medidas exigen un cambio de paradigma tanto en sectores de la energía, el transporte, la industria, las ciudades, los edificios, la agricultura, y toda la sociedad en su conjunto.