Esta fecha que busca motivar una conciencia mucho más ecológica en los ciudadanos del mundo, para llamar a la conciencia de que tener un coche facilita la vida, pero tener demasiados coches en una ciudad aumenta significativamente su huella de carbono y ocasiona que el agujero de la capa de ozono crezca un poco más.
Esa fue la principal razón que impulsó en octubre de 1994 a algunas ciudades del mundo a aplicar el Día sin Coche. Las pioneras fueron Reikiavik (Islandia), La Rochelle (Francia) y Bath (Reino Unido).
En 1997 Gran Bretaña se convirtió en el primer país en adoptar esta iniciativa a nivel nacional. Pero no sería hasta el año 2000 que la Comisión Europea lo declararía Día Mundial Sin Coche y extendería las actividades asociadas a la celebración por toda una semana.